La temporada de hormigas no ha terminado y en muchos hogares se enfrentan a la invasión de estos insectos. Aunque se trata de una especie que puede ayudar a la naturaleza, cuando hacen su nido dentro de una casa es mejor deshacerse de ellas de forma permanente.
De acuerdo con Orkin, especialistas en eliminación de plagas, la actividad de las hormigas varía según la especie, pero pueden prosperar durante todo el año. Sin embargo, entre los meses de marzo y octubre suelen tener mayor presencia.
“A pesar de ser beneficiosas por naturaleza, las hormigas y las termitas se convierten en plagas cuando entran en las estructuras y destruyen la propiedad”, advierte el Departamento de Salud Pública de Illinois (IDPH, por sus siglas en inglés).
Estos insectos suelen contribuir de forma positiva al acondicionamiento del suelo. También son depredadores de otras especies invasoras, como las termitas y orugas. Sin embargo, pueden llegar a consumir y contaminar los alimentos o picar a personas, animales domésticos y ganado.
Estos insectos son sociales y viven en colonias, las cuales invaden viviendas y otras estructuras en busca de alimento, agua y refugio.
En ese contexto, una guía de la Extensión de la Universidad Estatal de Carolina del Norte precisa que un manejo eficaz “requiere una combinación de métodos de control que incluyan inspección, saneamiento y exclusión, modificación del hábitat y, a menudo, algún tipo de insecticida”.
Una vez localizado el nido, se pueden usar insecticidas en aerosol, granulados o estaciones de cebo que las obreras transportan al interior de la colonia. También es posible aplicar tratamientos preventivos en el exterior de la vivienda, como barreras químicas en grietas, cimientos y áreas de acceso.
La Guía sobre las hormigas invasoras del hogar y su control indica que el uso de insecticidas requiere precaución y debe aplicarse correctamente en el suelo y no solo en la superficie, con el cuidado de evitar el contacto con personas, mascotas y objetos.
Los gránulos requieren humedad para liberar el producto. En cambio, la fumigación en interiores suele ser poco eficaz, ya que solo desplaza a estos insectos. Por ello, dentro de la casa se recomienda priorizar el saneamiento, la exclusión y el empleo de cebos, en lugar de depender únicamente de aerosoles químicos.
Según el IDPH “para eliminar una colonia casi siempre es necesario eliminar a la reina o reinas”. Esto puede conseguirse con cebos para hormigas, o al tratar el nido con un plaguicida líquido, en polvo o granulado etiquetado para ese tipo de uso.
Estos pueden comprarse en tiendas en forma sólida, gel y líquida. “Algunos contienen reguladores del crecimiento de los insectos que impiden que las hormigas inmaduras se conviertan en adultas”. La mayoría contienen tóxicos de acción lenta mezclados con alimentos.
Este método funciona cuando estos insectos lo ingieren y lo llevan de vuelta al nido. Allí alimentan a otras de la colonia, incluidas las inmaduras y la reina.