En este 2025, diríamos que fue alta fiesta. Pero si nos vamos a 1945, el año de la fundación del diario, convendríamos en que los festejos por los 80 años de Clarín -nada más y nada menos que en el Teatro Colón- fueron un fiestón.
Palabras más, palabras menos. Años más, años menos. Lo cierto es que Clarín, el Gran diario, el de «un toque de atención para la solución argentina de los problemas argentinos» celebró sus primeras ocho décadas con una gala espectacular, acorde a su magnitud. Y cuando decimos espectacular es porque el espectáculo nacional, con todas sus mayores figuras, se dio cita en el mejor teatro del país para saludar y agradecer al medio que los acompañó, cobijó y fomentó sus carreras durante todos estos años.
Si bien nadie esperaba que los artistas fueron los primeros en llegar, el coreógrafo y director teatral Ricky Pashkuss se anotó en el lote de los más tempraneros, incluso apareció un ratito antes de lo que preveía la convocatoria. El realizador de Mujer bonita apareció a las 17.53 y enseguida, con amplia sonrisa, posó para los fotógrafos.
Jorge Telerman fue otro de los primeros. Ex director del Teatro Colón y productor del espectáculo de Elena Roger que se vio sobre el escenario, destacó la cercanía que lo une a Clarín, tanto en su labor como productor privado como de funcionario público y también en su tarea en la comunicación política, Dijo sentirse feliz por estar en el festejo y auguró muchos años más.
Teté Coustarot, integrante del palco que comandó Susana Giménez, fue la primera de su grupo de amigos en llegar, a las 18.30. Elegante como de costumbre, con un saco plateado que atraía las miradas, al momento de la foto eligió como partenaire al diseñador Gino Bogani, quien pidió unos segundos para acomodarle el cuello del sacón a Teté: “Es el rey de los cuellos, de los escotes, de todo, lo que él diga”, acotó la ex modelo.
Guido Kaczka llegó con su habitual sonrisa y los ojos un poco cansados. Es que el conductor de eltrece también madruga para trabajar en su programa radial de la 100. Igual, contó que alcanzó a dormir un ratito de siesta. Eso sí, de la fiesta se fue al canal a hacer su programa en vivo Buenas noches familia.
Mario Pergolini apareció por el Colón con Soy Rada, su ladero en Otro día perdido. Y al rato Laila Roth completó el trío de protagonistas del programa. Mario comenzó a contar datos de la producción de su ciclo -destacó el que se hizo desde el Obelisco con 22 parejas de bailarines- e hizo un análisis de la diferencia económica entre hacer TV abierta y streaming. Cerró con “me parecía que correspondía venir, Clarín me ha acompañado a lo largo de toda mi carrera”.
Luego se puso a charlar en un rincón del foyer con Kaczka. Hubo elogios cruzados y algunas confesiones sobre las cosas a mejorar en ambos programas. No vale ahora spoilear lo que se viene.
Enseguida apareció Nico Vázquez, quien se había comprado especialmente un esmoquin en la misma mañana del lunes 1 de septiembre para la fiesta de Clarín.
«Fue para renovar la energía», contó uno de los artistas más requeridos para las fotos, que también se emocionó al recordar los años compartidos con el diario. Destacó dos cosas: cuando fue nominado como Actor revelación para los Premios Clarín Espectáculos y cuando se vio en la tapa del diario junto a Lionel Messi, la noche que el capitán de la Selección argentina lo fue a ver al teatro en su obra El otro lado de la cama.
Adrián Suar estuvo acompañado, como siempre, por Pablo Codevilla y Coco Fernández, el terceto que dirige desde hace años eltrece. Suar compartió charlas con Guillermo Francella, el empresario teatral Carlos Rottemberg y Arturo Puig, que había llegado con su nieto Nikolay («sigue el linaje», dijo orgulloso Arturo.
En esa charla, Rottemberg abogó por el regreso de la ficción a la TV abierta. Codevilla fue rotundo: «Acá hay pantalla». Y todas las miradas se dirigieron a Suar, que se entusiasmó con la idea.
Un poco en broma, un poco en serio, Mauricio Dayub dijo no querer quedarse afuera. Y enseguida uno de los presentes le ofreció un papel si esa ficción se hiciera.
Guillermo Francella desbordaba felicidad. Por un lado, recordaba tapas y críticas de Clarín sobre sus trabajos. Por el otro, celebraba el éxito de su película Homo Argentum. Igual, se hizo un momento para la reflexión: «Lástima la grieta que se armó de un lado y del otro, no era una película pensada para eso».
Festejos en familia
Marcelo Tinelli arribó al Colón con sus hijos Francisco y Candelaria. Se saludó muy afectuosamente con Suar y contó que tiene un sinfín de proyectos. Aclaró que de la boca de él no podía salir nada, por los acuerdos de confidencialidad. Pero indagando entre su entorno, es más que probable una segunda temporada de Los Tinelli, su reality en Amazon, y una nueva versión de LOL. «¿Y el Bailando?», le preguntó una joven cronista. «El año que viene puede ser», ahora sí respondió el conductor.
Patricia Sosa y Oscar Mediavilla también llegaron juntos y engamados en negro. «No podemos estar el uno sin el otro», bromeó a coro uno de los matrimonios más longevos y queridos de la música y la televisión argentina. Estaban entusiasmados con ver a Elena Roger. Cosas de músicos.
Y ya que hablamos de músicos, Moska Lorenzo y Gastón Bernardou de Los Auténticos Decadentes se paseaban por el foyer también con ganas de entrar a la sala.
Una siempre joven Soledad Silveyra vivió un momento emotivo con el periodista Juan Miceli. «Te amo», le dijo él. «¿Seguís con la jardinería», preguntó ella. Y al oír el sí de Miceli prometió comenzar a seguirlo en Instagram.
Laurita Fernández le pidió a una periodista amiga que le sacara fotos y contó que tiene un musical en las gateras, mientras hacía la cola para ubicarse en la sala.
Tras suyo, entró Anamá Ferreyra, La modelo y conductora brasileña se asombró con la convocatoria: «Vino toda la ciudad», exclamó. Después tuvo tiempo para contar que comenzó un programa que se llama No doy abasto y que sale por el streaming del shopping homónimo.
A pesar de la presencia de políticos, empresarios y periodistas –Nicolás Wiñazki, Mario Markic, Luciana Geuna, Pablo Sirvén y muchos más-, los famosos eran los más buscados por los cholulos (sí, en una fiesta así abundaron también los cholulos).
Sebastián Borensztein acompañó a Pergolini -trabaja con él en Otro día perdido– y se sentía a gusto entre tantas figuras que lo saludaron. Luego, en las pantallas, la imagen de Tato volvería a despertar sonrisas.
Karina Mazzocco recordó con este cronista un viaje a Perú para entrevistar a Shakira y se sintió halagada por ser parte de los festejos.
Nequi Galotti y Andrea Frigerio llegaron juntas (Andrea con unos tacos aguja de más de diez centímetros). Y se fueron felices y emocionadas con el espectáculo que vieron. «Maravilloso», se las oía decir por Libertad en busca de la avenida Córdoba.
Del palo del cine, estuvieron Damián Szifron (llegó cuando sonaba el timbre para empezar la función), Gastón Duprat y Mariano Cohn (los directores de Homo Argentum), a quienes el actor Eduardo Blanco arengó para que escribieran un guion con alguna historia de lo que sucedía esa noche en el teatro.
Tres divas en el Colón
Moria Casán, una de las más esperadas de la noche, copó todas las miradas cuando entró al hall del Colón, entre tímidos aplausos y pedidos de fotos. En un momento de tranquilidad, reveló que en la miniserie que hará Netflix sobre su vida, ella interpretará a su propia madre. Y confirmó las tres actrices que en diferentes épocas «serán Moria»: su hija Sofía Gala, Griselda Siciliani y Cecilia Roth.
Mirtha Legrand y Susana Giménez se ubicaron, respectivamente, en los palcos que habitualmente ocupan en el Colón, el 15 y 16, que están enfrentados. En el de Mirtha estuvieron su hija Marcela, su nieta Juana y Héctor Vidal Rivas. Y pasaron para saludarla y sacarse fotos con ella Héctor Magnetto, accionista del Grupo Clarín, Adrián Suar y Nico Vázquez, entre otros. Mirtha, como Susana, fueron nombradas en el espectáculo que encabezaron Elena Roger y Roberto Peloni por los 80 años del diario.
En el de Susana se amucharon Suar, Gino Bogani, Teté Coustarot y otros amigos de la diva.
Párrafo especial para Susana. La actriz, conductora y estrella de Telefe (estuvo su CEO, Darío Turovelzky, quien también fue a saludarla al palco) interrumpió su descanso en Punta del Este para estar presente en la fiesta de los 80 años de Clarín. Debía volar a las 11 am rumbo a Buenos Aires, pero por las condiciones climáticas el vuelo salió tres horas después. De todos modos, luego de una sesión de maquillaje, vestuario y peinado en su casa de Barrio Parque le alcanzó el tiempo para llegar a las 19:15 al Teatro Colón, donde la esperaba su amiga Teté Coustarot.
Tras una sesión de fotos y de saludar a varios invitados, por el palco bajo 16 desfiló media farándula para saludarla y sacarse fotos con ella.
Cuando terminó el espectáculo, se veían caras de felicidad a la salida. Una noche hermosa, en un lugar hermoso, con un show increíble. Recuerdos que quedarán por siempre, gracias al diario de siempre.