La adrenalina se multiplica en ese escenario, el que todos desean pisar y en el que anhelan brillar. La Voz Argentina continúa con su rendimiento óptimo, que alivia a las autoridades de Telefe tras un Gran Hermano irregular en mediciones, pero también causa problemáticas.
En las últimas horas, Soledad Pastorutti quedó envuelta en un foco turbulento, a raíz de su decisión de eliminar a dos participantes de su equipo, en una de las batallas. A partir del instante en que determinó la salida al unísono de esos dos soñadores explotaron los rumores.
Los trascendidos rondaban en torno a un enojo de las familias de Segundo Maciel y Máximo Medina. “La familia de uno la pudre y empieza a decir de todo. Yo estaba sentada al lado de su familia, eran como diez. Después de que Soledad los eliminó a ambos, la familia empezó a bardear mal a ella, a la producción, a la seguridad”, reveló una testigo.
A raíz de todo ese ruido mediático, La Sole salió a ofrecer su verdad y principalmente su visión de ese supuesto estallido de los seres queridos de los eliminados. En una entrevista con Sálvese quien pueda, la famosa explicó: “Es duro, no existía antes este mecanismo, pero lo tenemos que hacer. En las batallas nos va a pasar que vamos a tener que prescindir de dos, no lo podemos cambiar”.
LA SOLE LE RESPONDIÓ CON TODO A LOS INSULTOS
Así como justificó su accionar y procuró bajar la espuma de las reacciones: “Es difícil, me puedo equivocar y también pasa que mi decisión en tu carrera no es gravitante, lo importante es aprovechar la pantalla para que te conozcan”. El cronista aceleró y le preguntó: “¿Te contaron que la familia se había enojado?”.
Sin titubeos, Pastorutti enfrentó la situación y le exclamó a las críticas y recriminaciones: «Siento que es normal la reacción de la familia, mi viejo se habrá embroncado con un montón de gente. Pero eso nos enseñó. Pido disculpas, pero me toca hacer esto«.