Una serie de latas con apariencia de bebida energética fue retirada del mercado en Florida, Nueva York y otros estados, tras detectarse que, en realidad, contenían vodka seltzer. El producto se vendía bajo la marca Celsius Astro Vibe, pero el líquido no coincidía con el etiquetado. El aviso, confirmado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés), generó una advertencia a nivel nacional.
La equivocación fue atribuida a un proveedor de envases, que habría enviado por error latas vacías de Celsius a la empresa High Noon, explicaron en el comunicado de la FDA.
Al ser llenadas con vodka seltzer, pero conservar el diseño de una bebida sin alcohol, el resultado fue un producto riesgoso para consumidores desprevenidos. Las latas incorrectas tienen tapa plateada y pertenecen a los siguientes códigos de lote:
Para el pack de 12 unidades de High Noon Beach Variety:
Para las latas individuales etiquetadas como Celsius:
Los códigos se encuentran visibles en la parte inferior del envase, o bien, en la superficie externa del empaque.
La FDA confirmó que los packs fueron enviados entre el 21 y el 23 de julio de 2025 a distribuidores en Florida, Michigan, Nueva York, Ohio, Oklahoma, Carolina del Sur, Virginia y Wisconsin. Sin embargo, solo seis estados llegaron a recibir las latas para su venta al público:
El organismo sanitario pidió no consumir las latas afectadas, ya que contienen alcohol no declarado en la etiqueta. Aunque no se reportaron efectos adversos hasta ahora, las autoridades advirtieron sobre el riesgo de consumo accidental, especialmente en menores.
Quienes tengan en su poder alguno de los lotes pueden comunicarse para pedir un reembolso a través del correo: [email protected]. El retiro se realiza en coordinación con la FDA y el Alcohol and Tobacco Tax and Trade Bureau.
La empresa High Noon aclaró que el retiro solo alcanza a los lotes mencionados. El resto de sus bebidas, así como las de la marca Celsius sin esos códigos, pueden consumirse de forma segura.
Una investigación publicada por la Universidad de Nueva York (NYU, por sus siglas en inglés) en 2024 reveló cómo una normativa vigente desde 1997 permite que miles de sustancias ingresen al sistema alimentario de Estados Unidos sin supervisión directa de la FDA. Esta práctica, conocida como “autodeterminación GRAS” (Generally Recognized As Safe, o generalmente reconocidas como seguras), autoriza a las propias empresas a decidir si un ingrediente es seguro, sin obligación de notificarlo a las autoridades ni de divulgar los estudios que lo respaldan.
El mecanismo fue creado para sustancias comunes, pero hoy se usa para aditivos nuevos, incluso artificiales, sin supervisión estatal. “La industria se autorregula y ni la FDA ni el público saben cuántos compuestos hay en los alimentos”, advirtió Jennifer Pomeranz, de la NYU.
El estudio identificó un vacío legal: la FDA solo puede intervenir tras detectar daños, y carece de recursos para controlar los productos en circulación. Un caso reciente es el de una bebida energética con cafeína en niveles superiores al límite aprobado en 1977, lo que derivó en internaciones e incluso muertes. Otro ejemplo citado es el del potassium bromate, un aditivo vinculado al cáncer, prohibido en Europa pero aún permitido en EE.UU.
Los autores señalan que hay cientos de compuestos sin información pública sobre su seguridad. Propusieron que las empresas notifiquen a la FDA cada vez que introduzcan un nuevo GRAS y que se creen mecanismos de evaluación posventa. “Todos los ingredientes deberían pasar por estándares públicos, como en otros países”, planteó la coautora del estudio Emily Broad Leib, de Harvard.