JP Morgan publicó su informe de mitad de año y le planteó varias exigencias a la Argentina. Principalmente pidió que el gobierno siga eliminando los controles cambiariarios y asegure tasas de interés real positivas. En el informe del gigante de Wall Street se celebraron las medidas ultra ortodoxas del gobierno de Milei y se proyectó estabilidad macroeconómica de cara a las elecciones de octubre, aunque se alertó por la fragilidad de las reservas netas del Banco Central.
En su análisis, el banco internacional aseguró que Milei recibió desequilibrios provocados por años de déficit fiscal y una caída del PBI per cápita. Sin embargo, valoró las medidas implementadas desde el cambio de administración para iniciar un proceso de estabilización. La entidad financiera mencionó la eliminación del déficit fiscal como vía para aumentar el ahorro interno. También el aumento del ahorro privado mediante reformas estructurales y desregulación.
A su vez, se refirió a la apertura de controles cambiarios respetando contratos previos y al rol de las tasas reales positivas como señal de normalización financiera. “El ancla del proceso de estabilización es la disciplina fiscal”, subrayó el informe del JP Morgan. En ese sentido, destacó que el país pasó de un déficit primario de 2,4 por ciento del PBI y financiero de 4,6 en 2023 a un superávit de 1,7 y 0,4, respectivamente.
Respecto a la inflación, el banco proyecta que seguirá en niveles similares en lo que resta del año, con una leve aceleración en julio (1,8 por ciento), para luego perforar el 1 por ciento mensual en enero de 2026. “La desinflación volvió a ganar tracción tras el freno de marzo”, señalaron.
También se refirieron al tipo de cambio real multilateral, que se ubicó en 1208 pesos en julio. Para JP Morgan, esa apreciación «llegó para quedarse» si el ahorro interno sigue creciendo. Incluso prevén que la tendencia se profundice en 2026, con un tipo de cambio real más bajo que en los primeros años del gobierno de Mauricio Macri.
Los motores de crecimiento para los próximos años serán, según el banco, la recuperación del salario real desde mínimos, el avance del crédito y la continuidad de la desregulación. Además, consideran que alcanzar el acceso pleno a los mercados hacia fines de 2025 será clave para consolidar la estabilidad.
En cuanto a las reservas, estiman que las netas están en negativo por 7.500 millones, pero proyectan una mejora: pasarían a terreno positivo con 8600 millones en diciembre. Para 2027 prevén 22.500 millones y 36.400 millones en 2028. Estas previsiones se sustentan en el dinamismo del frente externo, con superávit energético y un fuerte impulso exportador en litio, cobre y agroindustria. Las exportaciones totales podrían llegar a 144.000 millones en 2030, estiman.