Entre médanos, una extensa porción de playa es el escenario perfecto para muchos grupos de familias. No es Pinamar, y no es Cariló. Los que llegan a veranear explican qué es lo que priorizan cuando vienen a Valeria del Mar: tranquilidad, paisaje, seguridad, precios, comodidad, calidad de servicios. La palabra que engloba a todas, y la que más utilizan, es “familia”.
La historia ya lo cuenta: Valeria es el balneario más familiar del partido de Pinamar. Y es ahí, sobre ese cimiento, que la calidad de servicios hoteleros se especializó fuertemente.
“No tiene el bullicio de Pinamar, y tampoco los precios exclusivos de Cariló, pero el nivel es muy bueno”, puede ser la conclusión que se saque tras charlar con las numerosas familias que se asientan para pasar una tarde en sus playas.
Desde el Observatorio Turístico y Económico de la Secretaría de Turismo y Deportes de Pinamar los números del tercer fin de semana de enero reflejaron un promedio general de ocupación del 91% en todo el partido, siendo Valeria del Mar la localidad que lleva la delantera con un 96%, a la par de Cariló. Detrás de ellas, Ostende y Mar de Ostende alcanza el 91%. Pinamar, en último lugar, se ubica con un 89%.
En la recorrida de Clarín, lo que más remarcan quienes vacacionan en Valeria es el crecimiento de la oferta hotelera, con apart hoteles de mayor calidad y con departamentos y casas más equipadas.
“Hace diez años que vacacionamos por Pinamar, pero es la primera vez que paramos en Valeria del Mar, por varios motivos. Hay lugares más baratos, más lindos, más amplios, más cómodos. Acá es muy tranquilo, hay mucho espacio verde, es un balneario más familiar”, dice Fernanda Costa, que llegó desde San Juan para instalarse 10 días.
Son dos familias grandes parando en una sola casa para entre doce y quince personas.“Por los 10 días nos cobran $ 1.800.000, que dividido dos no es tanto. Todo el año venimos ahorrando para esto. En cuanto a comidas, pensamos que vamos a salir dos o tres veces en esos días, más que nada vamos a hacer comidas en casa o traer para comer en la playa”, añade.
Las familias Prieto y Moreira, por su parte, vienen desde San Martín, provincia de Buenos Aires. Cuentan que desde que llegaron paran en Valeria Beach, un apart hotel que describen como “hermoso y familiar”, que queda a solo 50 metros de la playa.
“Tenemos de todo. Tenemos pileta climatizada, servicio de limpieza diaria y estamos en el centro. Aparte la posibilidad de cocinar, que también es un tema, porque uno se ahorra la plata de pagar un restaurante. Por 10 días te cobran arriba de $ 1.000.000, pero lo pagás por la comodidad y por los chicos”, destaca Verónica, una de las integrantes de las familias amigas.
Y agrega: “El primer año que vine a vacacionar en familia, fui a Costa del Este. Pero esto (Valeria del Mar) es gigante. En otros lugares pasa que hay muchos balnearios para ver y te ocupan un montón de espacio, no se disfruta de la misma manera”.
La mejora de servicios y un perfil que contrasta con Pinamar y Cariló
“De alguna manera, Valeria ha ido especializándose en el turismo familiar, y la construcción de la mayoría de los establecimientos hoteleros, especialmente los nuevos, se ha regido por estándares de calidad muy altos”, introduce Ernesto Taboas, presidente de Álamos del Mar Apart Hotel & Spa 4 Estrellas. Allí, el 80% de las personas que se alojan son familias con uno, dos o tres hijos; el resto es público que supera los 55 o 60 años, que busca tranquilidad.
En Álamos hay 29 unidades que se distinguen entre un monoambiente, el clásico dos ambientes y la premium que tiene dos dormitorios y dos salas de baño. La unidad básica para dos personas está aproximadamente entre $ 1.600.000 y $ 1.700.000 semanales. La premium, que suma terraza con parrilla, cuesta aproximadamente un 80% más de lo que vale la unidad clásica.
Taboas comenta que, además, a la oferta turística se le suma un servicio de carpa o sombrillas en el balneario La Pérgola, que está ubicado a 100 metros del hotel. “Hay una oferta gastronómica, también. Si empezás a evaluar el conjunto de ofrecimientos te vas a dar cuenta de que estamos frente a un paquete importante que le permite a la gente sentirse cómoda”, dice.
La demanda espontánea de este verano marcó otras reglas de juego, y la estadía promedio de los apart hoteles va de 7 a 10 días, con mucho público que llega por el fin de semana.
Taboas rescata otro factor: el esquema de precios comparativo con Cariló. En muchos casos, Valeria muestra valores más bajos. Sin embargo, por su calidad de servicios, para él está claro que se sofisticó y compite “cabeza a cabeza” con el destino top del partido. Otra historia era 20 años atrás.
“Hace ya varios años que desplazamos a Pinamar en el porcentaje de ocupación. Pero Cariló es un mercado muy exclusivo y fuerte. Podemos estar acercándonos, empatándoles, pero reconocemos que es un destino ABC1 (clase alta-media alta). Quizás está un escalón arriba del público que viene a Valeria… aunque nosotros hemos recibido en a huéspedes que responden a un ABC 1 importante que no quieren la exposición de Cariló, y que prefieren un lugar como Valeria”, argumenta.
Sandra Girón, gerente de Valeria Time Group, Be+ apartamentos y Paseo Valeria, destaca que desde hace un tiempo Valeria del Mar dejó de estar desdibujada y empezó a ser más considerada entre los turistas. Y que ellos se diversificaron, como lo hizo también el público que llega al balneario.
“Nuestros hoteles tienen distintas propuestas. Por un lado algo más cómodo, mucho más completo, como lo es Hotel Valeria Spa, que tiene todos los servicios, es un tres estrellas superior. Por otro lado tenemos departamentos con servicio, muy bien equipados, con una vista al mar impresionante, pileta climatizada, una terraza maravillosa con solárium. El producto es bueno y la verdad que se trabaja muy bien”, comenta Girón. También está el Hotel del Mar, que es un poco más chico, pero que es elegido entre la gente que busca Valeria y que no pretende gastar tanto.
En línea con Taboas, para Girón “hay público para todo”, pero las familias cada vez más se inclinan por Valeria en lugar de Pinamar. Con Cariló, el contraste es diferente: “El que puede pagar Cariló, se va a Cariló. El que no puede, o ya conoció Valeria del Mar, elige Valeria del Mar. Y cada vez nos eligen más”.
“Hay entre un 40% y 50% de diferencia entre los costos de Cariló y Valeria. Pero todo depende del establecimiento, no todos son iguales. Cariló después termina bajando sus tarifas y asemejándose con Valeria, dependiendo del producto. No es lo mismo una hostería en Cariló que en Valeria. Las diferencias en precios son abismales. Y ves nuestro producto y decís: ‘No tengo nada que envidiarle, pero tengo que bajar los costos‘”, enfatiza.
Agrega que en la galería comercial a su cargo, los comerciantes hablan de resultados positivos para la primera parte de la temporada. “La verdad es que hay bastante gente en circulación y están teniendo una buena respuesta en estos días. Sobre todo las Fiestas fueron muy llamativas para ellos en relación con el año anterior, pudieron trabajar muy bien”, concluye.
AS