El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, quien también es la mano derecha del dictador comunista Nicolás Maduro, realizó en el día de ayer un llamado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y a los distintos cuerpos de seguridad a consolidar el «gran bloque de defensa de la paz«, que, según él, representa la «fusión popular-militar-policial«, ante las «amenazas» que enfrenta el régimen.
«El que intente meterse con Venezuela, la va a pagar muy caro. Ellos podrán entrar si se lo proponen, el problema de ellos va a ser salir de esta tierra«, amenazó Cabello durante un acto transmitido por el canal estatal VTV.
El funcionario del régimen chavista indicó que Venezuela cuenta actualmente con 20.000 oficiales formados en «acciones de fuerzas especiales«, desplegados en «todo el territorio nacional» y equipados con el «mejor armamento» para la defensa de la patria.
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«No son pocas las amenazas que contra nuestro país hacen cada día desde los distintos lugares del mundo, los enemigos internos y los enemigos externos«, aseguró.
La amenaza de Cabello es debido a las continuas advertencias por parte de la oposición, la cual asegura, aunque sin explicar cómo, que el 10 de enero de 2025 el presidente electo Edmundo González Urrutia será juramentado como presidente constitucional de Venezuela.
Asimismo, el funcionario chavista afirmó que en 2025, los organismos militares y policiales van a «atacar de raíz cualquier banda de delincuencia organizada que termina siendo usada por el fascismo«.
«(Son) instrucciones precisas del hermano presidente Nicolás Maduro, (…) que además de presidente en ejercicio, es presidente electo, y el día 10 de enero, Dios mediante, así será, tomará posesión del cargo de (…) presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela por los próximos seis años«, añadió Cabello, quien también ocupa el cargo de vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido (PSUV).
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El dictador comunista Maduro ha reiterado que el 10 de enero, conforme a lo establecido por la Constitución, asistirá a la Asamblea Nacional (AN), dominada por el chavismo, para jurar como «mandatario reelecto» por un tercer período consecutivo.
Sin mostrar las actas correspondientes, Maduro fue proclamado ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio por el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo. Tanto la oposición como numerosos países denunciaron fraude y reivindicaron la victoria del opositor, Edmundo González Urrutia, quien se encuentra asilado en España.
Desde entonces, el país enfrenta una crisis que, según la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), y diversas organizaciones no gubernamentales, está caracterizada por una persecución contra líderes y activistas opositores y por el mayor número de presos políticos registrado en Venezuela, al menos en lo que va del siglo XXI.